La selva es farmacia y biblioteca del pueblo Shuar


Telmo Rodas, con su tambor y su sombrero de piel de mono



“Nacimos libres, viviremos libres, moriremos libres y lucharemos como fieras por nuestra identidad”


Las nacionalidades indígenas del oriente ecuatoriano, mantienen un diálogo constante respecto a las problemáticas que encuentran los pueblos originarios de América en el mundo contemporáneo actual. Ellos consideran que en este momento se encuentra amenazada su forma de vida, su cultura y su identidad.
Inspirados a través de severos ayunos, baños en cascadas sagradas, plantas de poder como la floripondio o el guantug, y con la condescendencia del Arutam única entidad espiritual sagrada del pueblo jíbaro, se permiten discutir la situación actual de la nación jíbaro.
Consideran que la libertad es ser dueños de si mismos, tener autonomía personal, y que se sienten capaces de diferenciar el bien y el mal. Pero observan que su identidad se ve amenazada por la intervención cultural de las misiones religiosas y por la política hidrocarburífera del gobierno de Rafael Correa.
Su propuesta de campaña ganó el apoyo de amplios sectores de la sociedad, donde lograba canalizar las aspiraciones de los ecuatorianos de la amazonia, inclusive, para llevar adelante la reforma constitucional por una nuevo Estado plurinacional. Pero al día de la fecha están desilusionados porque Ecuador no contempla las aspiraciones de la nación indígena, no solo la penetración cultural sigue vigente sino que ahora se ven seriamente amenazados por las empresas petroleras y mineras que intentan avanzar sobre su territorio con el aval del gobierno de la revolución ciudadana.
A pesar de que en la nueva constitución del Estado ecuatoriano está oficializado el idioma Shuar y Kichwa, este aun no ha sido reconocido, por lo que han resuelto proponerle al Estado la autonomía dentro de los territorios de las nacionalidades indígenas. Acusados por el presidente de imitar las aspiraciones de las mafias de Santa Cruz de las Sierras en Bolivia, ellos simplemente pretenden definir un plan educativo indígena, una autonomía financiera y un sistema indígena de elección de representantes como establece la constitución. Ya han logrado en una gran marcha hasta la ciudad de Quito que le concedan la propiedad de las tierras, pero están dispuestos a avanzar.
Actualmente están trabajando por un plan en cooperativa para todas las comunidades de producción de dulces y jaleas con frutos de la amazonia, y planificando la explotación turística de la región, no aceptan la participación de los partidos políticos en sus decisiones porque pretenden colocarse delante de ellos, y a pesar de sentirse absolutamente aislados de la realidad política actual, su propuesta es muy simple: dejar de ser un país que simplemente exporta materias primas del corazón de la tierra, para ser un una nación industrializada que pueda comercializar los alimentos y las artesanías que elaboran las manos indígenas.
Telmo Rodas es un idealista radical, y está dispuesto a reunirse con militantes y pensadores de diferentes partes del mundo que estén dispuestos a compartir estas ideas y defender la tierra, pero aclara, que esos encuentros deberían estar acompañados de ceremonias y rituales para que no se queden en la vaga discusión que no logra resolver nada.
En un mundo donde florece el ambientalismo, el ecologismo y el indigenismo el observa que el 90 por ciento de esas organizaciones no han logrado ningún cambio en un planeta que camina hacia el abismo. Telmo nos ha dejado un mensaje: _ “Desde la amazonia ecuatoriana le queremos decir a los hermanos del mundo que luchen por su identidad, que recuperen sus tierras, su soberanía y así ser pueblos autónomos. También le queremos decir a las grandes empresas que deterioran la tierra y el ecosistema, que ustedes son los culpables del calentamiento global, nosotros estamos muy preocupados porque están siendo destruidos todos los lugares sagrados en la selva y ya están afectando la vida de toda la humanidad, porque la amazonia es y será el pulmón del mundo”.

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