Muere lentamente quien se convierte en esclavo del hábito, repitiendo todos los días el mismo trayecto, quien no cambia de marca, quien no se anima a vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre el blanco.
Quien no arriesga lo cierto por lo incierto por ir detrás de un sueño.
Evitemos la muerte en suaves cuotas de nuestro pueblo, estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.
Mañana vamos todos a recordar que estamos vivos…
VIVA HUERTA GRANDE!
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